La Regla de los Tres Minutos
Cada 3 Minutos:
Un vigilante debe cambiar activamente su punto de observación o perspectiva, ya sea moviendo la cabeza, cambiando la ruta del patrullaje o revisando un monitor diferente en el circuito cerrado.
Propósito:
Este cambio constante evita la ceguera por familiaridad y el estado de "piloto automático", manteniendo la mente enfocada y alerta a cualquier anomalía, objeto fuera de lugar o cambio en el comportamiento de las personas.
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