SI ERES UNA PERSONA DE LA TERCERA EDAD Y TODAVÍA MANEJAS, LEE CON
ATENCIÓN LO SIGUIENTE:
Conduciendo en la Tercera edad, consejos practicos
Con el paso de los años, muchas de nuestras capacidades físicas y psicológicas se modifican hasta el punto de que ciertas tareas nos resultan más complicadas. y a veces, imposibles de realizar. Conducir un vehículo es una de ellas.
Algunas enfermedades requieren que se tomen medicinas que disminuyen la percepción y la capacidad de reacción.
Los factores vinculados con el envejecimiento que con mayor frecuencia afectan la capacidad de manejar son:
1) Disminución o pérdida de la capacidad visual.
2) Disminución o pérdida de la capacidad auditiva.
3) Cambios en la condición y fuerza física.
4) Tiempo de reacción más lento.
Las investigaciones muestran una conexión directa entre los accidentes de tránsito y los cambios físicos experimentados en personas mayores.
La pérdida de visión, oído y la fuerza física es gradual y puede pasar casi inadvertida hasta el momento de tener que reaccionar ante una urgencia.
El deterioro de la capacidad sensorial asociada al envejecimiento, reduce la posibilidad de reacción inmediata y aumenta la posibilidad de accidentes de tránsito que a su vez, se incrementa proporcionalmente con la velocidad del vehículo.
La forma de compensar ese riesgo es ser consciente del peligro y adaptar los hábitos de manejo a las posibilidades físicas. Y extremando la prudencia.
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